La industria del porno sigue generando miles de millones de beneficios cada año, completamente adaptada ya a las nuevas normas de Internet. El sexo online está tomando vuelo, y el horizonte se presenta absolutamente esperanzador para la industria. La controversia que sigue rodeando al porno, como algo misógino o poco igualitario, se queda en nada comparada con el interés que estas escenas explícitas despiertan en los usuarios. Y de hecho, la industria sigue cambiando en busca de una posición más igualitaria y real para hombres y mujeres. Algo que siempre se ha criticado del porno es que no tenga historia, que simplemente sirva como modo de excitación. No debería ser algo malo, de hecho, porque al fin y al cabo cada género tiene su motivación, y al final todo el arte consiste en provocar algo en la persona que lo está disfrutando.
Pero es cierto que en muchas ocasiones hemos encerrado al porno en esa categoría en la que solo podemos encontrar películas sin sentido, solo con sexo explícito. Y una vez más, generalizar termina por provocar una mala impresión, porque no todo el porno es igual. De hecho, hay productoras que se esfuerzan por dotar de una buena trama a la escena, aunque sea poco verosímil. Eso ayuda también a que los espectadores conecten con lo que están viendo, de una forma mucho más directa. El porno no deja de ser un espectáculo y tampoco podemos esperar que sea como una relación de la vida real. Sin embargo, hay ocasiones en las que, para destacar, las productoras proponen cambios a lo que estamos acostumbrados a ver. Por ejemplo, no siempre hay que desnudarse por completo para una escena. Tal vez la chica, o incluso el chico, se puedan quedar con la ropa puesta, especialmente cuando están en un lugar público, por ejemplo. ¿Acaso nosotros siempre lo hacemos totalmente desnudos? El tema del vestuario en las películas pornográficas siempre ha pasado muy desapercibido, por razones obvias, pero hoy vamos a demostrarte que es más importante de lo que podría parecer a simple vista.
La ropa está para quitársela
Y es que, a poco que hayamos visto algo de porno, y quien diga que no miente, todos sabemos que la ropa no parece tener mucho que ver con el objetivo de las escenas. De hecho, se puede entender incluso que el vestuario es un impedimento para llegar al momento cumbre. Los actores suelen quitarse la ropa a no mucho tardar en estas escenas, y en muchas ocasiones, apenas vemos lo que llevan puesto. ¿Importa? Seguramente te fijes más en los pechos y el culo de la chica, o en el pene del chico, que en la camiseta que acaba de quitarse… A no ser que se la deje puesta. Y entonces tal vez entiendas que hay más importancia de la que pensabas en el vestuario pornográfico. Tanto que en algunas grandes producciones hay una persona encargada de escogerlo.
Escenas con desnudos parciales
La inmensa variedad de escenas que podemos encontrar hoy en cualquier plataforma pornográfica nos hace cada vez más complicado eso de limitar lo que es el porno. ¿Siempre debe haber sexo explícito? ¿Los actores deben estar desnudos cuando tengan relaciones? Habrá escenas donde eso encaje bien y otras en las que, por lo que sea, prefiramos mantenerlos con ropa, al menos en parte. Hay actrices, por ejemplo, que prefieren quedarse con algo cubriendo su parte superior, incluso cuando muestren los pechos. Es como una forma de mantener algo puesto, por tener algún problema en esa zona, o una especial irritación en los pezones, por ejemplo. Al final, para el coito, solo se necesita retirar la parte inferior del vestuario. Y a veces incluso se hace sin quitar la tanga, solo retirándola a un lado.
En los hombres suele ocurrir parecido. Tal vez porque el actor no tiene un abdomen “ideal” o sencillamente, porque prefiere quedarse con la camiseta puesta, en muchas ocasiones no hay desnudo total. Lo que sí va siempre fuera son los pantalones y la ropa interior, para permitir la comodidad necesaria al actor a la hora de la verdad. Y en cuanto a los calcetines… Es una lucha que muchas parejas tienen en la cama, y que también ha llegado al porno. Lo habitual, sin embargo, es que tanto actores como actrices se los quiten para tener relaciones. Ellas, de hecho, suelen quedarse a veces con los tacones, como símbolo de ese fetichismo que muchos hombres también tienen con este tipo de calzado.
Una forma de inducir a la fantasía
Pero no se trata solo de comodidad para los actores, o de búsqueda de fetichismo. El vestuario importa siempre, incluso cuando su misión es desaparecer a los pocos minutos de la escena. ¿Estamos realizando una fantasía en la que una chica vestida de colegiala se enrolla con su profesor? La importancia del uniforme de colegio, en este caso, será total, porque ayudará a meternos mucho más en la propia fantasía. Y como en este ejemplo, lo podemos buscar con muchas más escenas que son en realidad juegos de rol: enfermeras, pilotos, militares, azafatas… En todo ese tipo de escenas supuestamente realista, el vestuario es imprescindible para que la historia, por corta que sea, funcione.
Cuando vemos a una actriz vestida de una manera algo estrafalaria sabemos que nos van a contar una situación, más o menos morbosa. De lo contrario, iría con un conjunto normal, de calle, o incluso en lencería o ropa interior, porque al fin y al cabo, la situación sexual induce a ello. Pero las productoras se toman la molestia de buscar esa forma de inducirnos la fantasía, y el vestuario es una de sus mejores armas. El atrezzo y el entorno donde se graba la escena también cuentan, pero lo que apuntala por completo ese juego de rol es el propio disfraz que la chica lleve. Y si estamos hablando de porno paródico, que hace referencia a películas o series conocidas, el vestuario ya se vuelve uno de los puntos más importantes de la producción.
¿Cómo se escoge el vestuario para una escena?
Como decíamos anteriormente, en grandes producciones suele haber una persona encargada de elegir el vestuario para la escena. Suele ser una chica que además tenga acceso a ropa muy diferente, para que se pueda utilizar cualquier cosa a la hora de filmar. En la mayoría de ocasiones, sin embargo, será la propia actriz la que lleve su ropa, siempre a sugerencia de la productora. Conociendo el guión y la situación en la que tendrá lugar la escena, la chica puede elegir una ropa de calle, como un top y una falda, un vestido… Si se trata de algo más específico, como un disfraz o un traje, normalmente la productora se ocupa de conseguirlo en la mayor calidad posible. Y esto es otro de los puntos donde se nota la calidad y el amor a la hora de rodar porno. No vale conseguir cualquier disfraz en la primera tienda que encontremos. Debe dar el pego en cámara, aunque solo lo vaya a llevar puesto unos minutos.