El Ayuntamiento de Barcelona destinará siete millones de euros este mandato a la promoción económica internacional de la ciudad, el doble que en el anterior. El objetivo es que la capital catalana se consolide como una ciudad abierta y global para dinamizar la economía local y generar ocupación de calidad. El teniente de alcaldía de empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni, ha destacado que se quiere “atraer talento” apostando por sectores y mercados estratégicos para la ciudad. Así, por ejemplo, se pondrá en marcha la Barcelona International House, para apoyar al aterrizaje empresarial extranjero, y se creará un Consejo Asesor de Promoción de la Ciudad integrado por agentes sociales y un grupo de expertos que ayudarán a definir la estrategia de la ciudad, entre otros acciones.
Adaptarse a las nuevas tecnologías
El consistorio priorizará los sectores estratégicos de futuro como son el TIC y las tecnologías móviles aprovechando la capitalidad mundial del Móvil; el e-commerce, el diseño, el audiovisual y otras industrias creativas, las energías limpias y los servicios medioambientales sostenibles. También se impulsarán los centros de servicios compartidos de alto valor añadido, que se ocupan de funciones como la gestión de los recursos humanos, la formación interna, la contabilidad y control financiero, la atención a los clientes, los servicios jurídicos, la gestión administrativa o el mantenimiento de las tecnologías de información y el desarrollo de software.Abrir el foco hacia la XinaBarcelona pone el punto de mira en la China, el décimo mayor inversor mundial, y potenciará el ‘China Desk’ municipal como servicio para los inversores y empresarios chinos que quieran explorar, hacer negocios o invertir en Barcelona, y como referencia de la comunidad empresarial e institucional china establecida al área metropolitana.
También se considerarán otros países emergentes para hacer prospección y promoción como las regiones del Sudeste Asiático, América Latina, el Próximo Oriente, el Este de Europa y Asia Central. Se ’orientarán las políticas municipales de promoción económica internacional a mantener o reforzar el posicionamiento conseguido en mercados maduros, que son los principales emisores de la inversión extranjera barcelonesa, como Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Italia, países nórdicos, Japón o Norteamérica. Barcelona trabajará para buscar posibilidades de inversión en aquellas zonas afectadas por un clima de incertidumbre y restricciones normativas al comercio y la llegada de profesionales extranjeros. Con especial atención al plan que se lleva a cabo verso el Reino Unido, con el Brexit, y a la evolución del mercado de los Estados Unidos en función de la nueva coyuntura política. Barcelona se ofrecerá como ciudad abierta y tolerante para aquellas empresas y profesionales que busquen nuevas ubicaciones donde crecer.